Sobre Nosotros
pasión por la gastronomía
En el corazón del puerto pesquero de Santoña nace una nueva etapa de nuestro proyecto gastronómico: El Pecio, un espacio renovado que conserva intacta nuestra esencia familiar, pero que ahora se sumerge en una atmósfera inspirada en el fondo marino del Cantábrico.
Con más de 400 m² y capacidad para 150 comensales, el restaurante ha sido cuidadosamente ambientado para evocar la vida bajo el mar, con algunas imágenes submarinas cedidas por Enrique Talledo (Cantábrico Salvaje). Este entorno único acoge dos zonas diferenciadas: una zona de bar con menú del día de lunes a viernes, y un restaurante con carta, ideal para quienes buscan disfrutar de una experiencia sin prisas.
Nuestra cocina sigue fiel a su esencia: producto local, fresco y de temporada. Apostamos por pescados salvajes del Cantábrico, sugerencias que cambian con cada estación, y arroces y mariscos disponibles por encargo. Como novedad en este nuevo local, incorporamos un asador que amplía nuestra propuesta con elaboraciones a la brasa llenas de sabor.
A lo largo del año celebramos jornadas gastronómicas dedicadas a productos emblemáticos como el bocarte, el verdel o el bonito, poniendo en valor lo mejor del mar según la temporada. También diseñamos menús a medida para eventos privados, celebraciones o encuentros de empresa. Todo ello acompañado de una carta que se renueva tres veces al año, adaptándose al ritmo del mar y la tierra
Detrás de El Pecio estamos nosotros: Aida Fernández y Rafael Cimiano, un matrimonio que lleva 27 años dedicando su vida a la hostelería.
Aida, en la cocina, domina los tiempos, las brasas y los sabores; es el alma de cada plato.Y Rafael, en la sala, convierte cada visita en una experiencia cálida y cercana, de las que se recuerdan.
Contamos con un equipo cercano y profesional que comparte una misma visión: hacer que cada visita sea especial. Queremos que quienes nos eligen no solo disfruten de lo que comen, sino también de cómo se sienten aquí. Porque para nosotros, la experiencia comienza en el plato, pero se recuerda por el ambiente y el trato.
Como novedad, el espacio incorpora un altillo, pensado como escenario para exposiciones, showcookings, encuentros culturales y gastronómicos, en colaboración con artistas y creadores de la zona. Porque El Pecio no solo quiere ser un restaurante, sino también un punto de encuentro vivo, abierto al arte, al mar y a las historias bien contadas.